viernes, 15 de abril de 2011






Había una vez, un bosque bellísimo, con muchos árboles y flores de todos

colores que alegraban la vista a todos los chicos que pasaban por ahí.

Todas las tardes, los animalitos del bosque se reunían para jugar. Los conejos, hacían

una carrera entre ellos para ver quién llegaba a la meta. Las hormiguitas

hacían una enorme fila para ir a su hormiguero. Los coloridos pájaros y las

brillantes mariposas se posaban en los arbustos. Todo era paz y

tranquilidad.

Hasta que... Un día, los animalitos escucharon ruidos, pasos extraños y se

asustaron muchísimo, porque la tierra empezaba a temblar.

De pronto, en el bosque apareció un brujo muy feo y malo, encorvado y viejo,

que vivía en una casa abandonada, era muy solitario, por eso no tenía ni

familiares ni amigos, tenía la cara triste y angustiada, no quería que nadie

fuera felíz, por eso... Cuando escuchó la risa de los niños y el canto de

los pájaros, se enfureció de tal manera que grito muy fuerte y fue corriendo en

busca de ellos.

Rápidamente, tocó con su varita mágica al árbol, y este, después de varios

minutos, empezó a dejar caer sus hojas y luego a perder su color verde pino.

Lo mismo hizo con las flores, el césped, los animales y los niños. Después

de hacer su gran y terrible maldad, se fue riendo, y mientras lo hacía

repetía: - ¡Nadie tendrá vida mientras yo viva!

Pasaron varios años desde que nadie pisaba ese oscuro y espantoso lugar,

hasta que una paloma llegó volando y cantando alegremente, pero se asombró

muchísimo al ver ese bosque, que alguna vez había sido hermoso, lleno de

niños que iban y venían, convertido en un espeluznante bosque.

- ¿Qué pasó aqui?... Todos perdieron su color y movimiento... Está muy

tenebroso¡Cómo si fuera de noche!... Tengo que hacer algo para que éste

bosque vuelva a hacer el de antes, con su color, brillo y vida... A ver,

¿Qué puedo hacer?y despues de meditar un rato dijo: ¡Ya sé!

La paloma se posó en la rama seca de un árbol, que como por arte de magia,

empezó a recobrar su color natural y a moverse muy lentamente. Después se

apoyó en el lomo del conejo y empezaron a levantarse sus suaves orejas y,

poco a poco, pudo notarse su brillante color gris claro. Y así fue como

a todos los habitantes del bosque les fue devolviendo la vida.

Los chicos volvieron a jugar y a reir otra vez, ellos junto a los animalitos

les dieron las gracias a la paloma, pues, fue por ella que volvieron a la

vida. La palomita, estaba muy feliz y se fue cantando.

¡Y vino el viento y se llevó al brujo y al cuento!




las hadas de las flores